Ante la virgen de la ermita, con sus las manos en la cancela, prendida esta la chica bonita. Una plegaria su corazón alienta, con un solo ruego ella se consuela

Se cruzaron nuestros caminos en la cuesta de esa ermita y allí mudaste mi destino. Al verme, me reconociste y, aunque no me conocieras,

Alfredo, yo no soy un poeta. Un poeta el alma retrata y a todos con su pluma canta. Yo a mi alma solo doy letra, las otras, mi pluma no penetra.

Muchos recuerdos poseo, pero solo los tuyos deseo, los que compartí contigo. Muchos recuerdos conservo todos ellos contigo.

Viniste a mi aquel día, cuando yo yacía inerte. Era el día que la muerte de este mundo me desuncía. Te acercaste a la caja

Aquella noche con tu gesto sencill… sin saberlo me diste mas cariño que el recibido en toda una vid… por quien yo pensaba ser querido. Por la ternura en aquel gesto vert…

Por sorpresa me pillaste, y en Octubre me casaste. En Abril, la felicidad me diste. Y en la primavera llegó Arali, la que de tu vientre vino,

Bajito a mi oído un susurro, que ahora es maldito, de tu boca de grana oí: “Te amo, te necesito, te deseo,” son las palabras benditas

Muchos silencios hubo en mi vida. Silencios de amor, silencios de gu… Silencios de paz, silencios de pen… Muchos silencios habrá a mi salida… Ni los amigos que me diste

Temprano en el bosque el silencio… Despacio el cazador furtivo acech… el arma en la mano, la vista en la… La corza incauta a su suerte camin… El lance dispuesto y la suerte dec…

Por la mañana al mirarme en el esp… y contemplar de mi vida la pasión, tan solo vi a un demonio viejo que no deja tiempo para la redenci… Que tiene presa al alma, me imagin…

Nadie, nadie, nadie Nadie en quien confiar Nadie a quien decir Nadie para discutir Nadie para amar.

Mendigo soy Si, soy un mendigo De tus besos, y de tus caricias, de tus abrazos,