Si tomas entre los dedos la palabra amor, y la contemplas de derecho a revés… y de arriba abajo, verás que está hecha de algodón,

1. El caballero Un caballero es alguien que se opone al pecado. Sale con paso de aventura en busca del origen de su alma.

Mi madre no sabe que por la noche, cuando ella mira mi cuerpo dormido y sonríe feliz sintiéndome a su la… mi alma sale de mí, se va de viaje guiada por elefantes blanquirrojos…

Viví sesenta años a la orilla de u… que solo era visible para los naci… Las gentes que pasaban hacia la fe… nos miraban con asombro, porque no… de dónde sacábamos la humedad de l…

Yo vi una rosa en Villalba: era tan bella, que parecía la ofre… para festejar la presencia de las… Yo creía haber visto ya todas las… llamativa en Amsterdam como un dom…

Sus rodillas de piedra, sus mejill… frescas aún de la reciente alga; sus manos enterradas en la arcilla que el cuerpo oscuro hacia la luz… y su testa nonata todavía, blanda…

¡Cómo el olvido ha ido destruyendo el mundo aquel que edificamos junt… ¡Las abejas sonoras, los pastos, e… del río bramador acorralado, los d… ecos del viento que partió gimiend…

Canta la Alondra en las puertas d… Canta espacios de oro rindiéndose… Canta la Alondra la angélica aleg… Iluminando fuentes y tránsitos de… Quiero escuchar su trino lanzado a…

Como un mapa pintado de violento a… como una mariposa aparecida de súb… inesperadamente así, cuando es más… puede aparecer de pronto una figur… como el sol personal, o como el re…

Hoy he vuelto a la casa donde un d… mi infancia campesina conociera el pavor y la extraña melodía de encontrar otra vez lo que murie… Ya nada atemoriza, nada altera

¡Qué bueno es estar contigo ante e… saber que sigues llamándote así, I… que tu nombre no se te ha evaporad… como se evapora el rocío de la pan… Ah decir Irene, Irene, Irene, Ir…

Cuando yo era un pequeño pez, cuando sólo conocía las aguas del… y recordaba muy vagamente haber si… un árbol de alcanfor en las ribera… yo era feliz.

¡Cuántas estrellas anoche! ¡Yo las veía tan claras y cercanas como higos de cristal, como frutil… Me parecía, Teresa, que todas las estrellas te miraban

Teresa: traía para ti, entre las manos, una mariposa. Era roja, era azul,