...Duro y lento el camino que de vuelta a
España tuve que emprender.
Las derrotas..., de todos es sabido que son
amargas como la ¡HIEL!
Iba como alma en pena...,-¿Dónde estás “ÁNGEL” divino?- queriendo comunicar
con el.
Cuando el TIEMPO y la CALMA, de
pronto..., como cómplices amigos se
mostraron a mis pies...:
“ Aprovecha la brisa del Alba, habla con
voz bajita, ¡cuentale historias bonitas!
y casi lo podrás ¡Ver!,
no agites los vientos del Norte..., o frente
a ti lo harán desaparecer”.
(Continuará)