" la verdad de las cosas es que nosotros en el mundo constituímos un simple accidente, un núcleo efímero de energías, una... ¿cómo se lo diré a usted? ¡una despensa ambulante!: Amado Nervo"
Un reloj en la pared destripado hasta sus últimas piezas, su único que hacer es la de ser decorativo de lo incierto; pero este se empeña en dar más de sí... Que solo lastima!. Gusanos de metales devoran sus piezas y en medio de este canibalismo del tiempo, el reloj se empeña por dar la hora al mundo ¡aunque ya este no posee corazón...!.
Una llave deja caer sus lágrimas muertas y pesadas al suelo, y la tierra atrapa el preciado líquido tratando de no dejar caer una gota, porque el mundo no tiene más. El hombre se ha encargado de secar el mundo con el pasar de los años, y en un futuro incierto solo se verá un panorama triste y sombrío cubriendo la vida.
—Futuro—
Polvos de muertes cubriendo todo y el hombre que un día fue. Ya no es...!, Y no será.