Caricamento in corso...

Querido papá

Parecías alto, altísimo, cuando yo era muy pequeño,
eras mi gigante bueno, compañero de mis juegos,
mientras tú contabas lento, me escondía en el pasillo,
y cómo nos reíamos cuando al fin dabas conmigo.
 
Eras grande, eras muy fuerte, inspirabas gran respeto,
eras mi caballo mágico trotando por el cielo,
me metía en tus zapatos intentando no caerme,
me sentía el rey del mundo dando pasos de gigante.
 
Era bello, era bellísimo,
lo recuerdo y te lo digo,
eras un perfecto ejemplo,
eras mi mejor amigo.
 
Pero un día, poco a poco, sin saber cual fue el motivo,
regresabas tarde a casa y mamá sufría contigo.
Luego yo me despertaba asustado por tus gritos,
te notaba muy nervioso, no querías hablar conmigo.
Otras veces me pegabas, tus palabras eran duras
y mi vida se llenaba de temores y de dudas.
 
Era duro, era durísimo,
yo te odiaba y te lo digo,
eras mi ídolo caído
mi tortura, mi enemigo.
 
Para mí llevar tu sangre era casi una condena,
pero al fin era la misma que corría por mis venas,
y ahora, padre, te lo escribo, como cuando era pequeño,
como cuando me llevabas de la mano por tus sueños.
 
Ahora estoy muy confundido,
lloro mientras te lo escribo,
la esperanza no he perdido,
padre, siempre te he querido.
 
Era bello; era bellísimo,
lo hablo siempre con mis hijos
padre no, no sé que decirte
sólo quiero ser tu amigo.

Piaciuto o affrontato da...
Altre opere di Gian Franco Pagliaro...



Top