#EscritoresArgentinos
Y para acá o allá y desde aquí otra vez y vuelta a ir de vuelta y sin alie… y del principio o término del prec… hasta el extremo o medio o resurre…
No estoy. No la conozco. No quiero conocerla. Me repugna lo hueco, la afición al misterio,
Yo no sé nada Tú no sabes nada Ud. no sabe nada El no sabe nada Ellos no saben nada
No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de q...
Toco toco poros amarras calas toco teclas de nervios
Hay días en que yo no soy más que una patada, únicamente una patada. ¿Pasa una motocicleta? ¡Gol!... en la ventana de un quinto piso. ¿Se detiene una calva?... Allá va por el aire hasta...
La banda de música le chasquea el… para que siga dando vueltas cloroformado bajo los antifaces con su olor a pomo y a sudor y su voz falsa
En la terraza de un café hay una familia gris. Pasan unos senos bizcos buscando una sonrisa sobre las mesas. El ruido de los automóviles destiñe las hojas de los árboles. En un quinto p...
¡Todo era amor... amor! No había… Amor pasado por agua, a la vainill… Amor de cartón piedra, amor con le… Amor con una gran M, con una M ma… Amor espermatozoico, esperantista.…
En el atrio: una reunión de ciegos auténticos, hasta con placa, una jauría de chicuelos, que ladra por una perra. La iglesia se refrigera para que no se le derritan los ojos y los braz...
Nada ansío de nada, mientras dura el instante de etern… cuando no quiero nada.
En la eropsiquis plena de húespede… enlunadados muslos de estival epic… tumultos extradérmicos excoriaciones fiebre de noche que… y aola aola aola
A unos les gusta el alpinismo. A otros les entretiene el dominó. A mí me encanta la transmigración. Mientras aquéllos se pasan la vida colgados de una soga o pegando puñetazos sobre un...
El no el no inóvulo el no nonato el noo el no poslodocosmos de impuros cer…
Los surtidores pulverizan una lasitud que apenas nos deja meditar con los poros, el cerebelo y la na… ¡Estanques de absintio