#EscritoresArgentinos
El sol pone una ojera violácea en… ¡Ventanas con aliento y labios de… Pasan perros con caderas de bailar… ¡Los patios fabrican azahares y no… Hay una capa prendida a una reja c…
A unos les gusta el alpinismo. A otros les entretiene el dominó. A mí me encanta la transmigración. Mientras aquéllos se pasan la vida colgados de una soga o pegando puñetazos sobre un...
Yo no sé nada Tú no sabes nada Ud. no sabe nada Él no sabe nada Ellos no saben nada
Íbamos entre cardos, por la huella. La vaca me seguía. No quise detenerme, darme vuelta.
¿Resultará más práctico dotarse dé una epidermis de verruga que adquirir una psicología de colmillo cariado? Aunque ya han transcurrido muchos años, lo recuerdo perfectamente. Acababa ...
Forjada en la “Fábrica de Armas y… la ciudad muerde con sus almenas un pedazo de cielo, mientras el Tajo,
Gracias aroma azul, fogata encelo. Gracias pelo
Todo, todo, en el aire, en el agua, en la tierra
Jamás se había oído el menor roce de cadenas. Las botellas no manifestaban ningún deseo de incorporarse. Al día siguiente de colocar un botón sobre una mesa, se le encontraba en el mism...
Me derrumbé, caía entre astillas y huesos, entre llantos de arena y aguaceros de vidrio,
Siempre llega mi mano más tarde que otra mano que se mez… y forman una mano. Cuando voy a sentarme advierto que mi cuerpo
Allí están, allí estaban las trashumantes nubes, la fácil desnudez del arroyo, la voz de la madera,
¿Me extravié en la fiebre? ¿Detrás de las sonrisas? ¿Entre los alfileres? ¿En la duda? ¿En el rezo?
De pronto, sin motivo: graznido, palaciego, cejijunto, microbio, padrenuestro, dicterio; seguidos de: incoloro,
La hélice deja de latir; así las casas no se vuelan, como una bandada de gaviotas. Erizadas de manos y de brazos que emergen de unas mangas enormes…