Cuando un árbol gigante se suicida… harto de estar ya seco y no dar pá… sin esperar al hombre que le tale, sin esperar al viento, lanza su última música sin hojas?s…

Soy tan pobre tan pobre, que no tengo ni madre. Soy tan pobre tan pobre, que no tengo ni nadie. Que no tengo ni abrigo

Las cosas, nuestras cosas, les gustan que las quieran; a mi mesa le gusta que yo apoye lo… a la silla le gusta que me siente… a la puerta le gusta que la abra y…

Estoy triste... y no sé por qué; he bebido amor, y aún tengo sed. Estoy sola... y no sé por qué quisiera saberlo,

El amor te convierte en rosal y en el pecho te nace esa espina robusta como un clavo donde el demonio cuelga su uniform… Al tocar lo que amas te quemas los…

Cristales de tu ausencia acribilla… que se esparce en la noche por el glacial desierto de mi alco… —Yo quisiera ser ángel y soy loba—… Yo quisiera ser luminosamente tuya

La gallinita, en el gallinero, dice a su amiga —Cuánto te quiero. Gallinita rubia

Algo me pasa que en mi pecho exist… Vuelan hormigas y discurren peces. Suena la sangre y el tambor convoc… Hay un incendio cerca de mi pulso. De nuevo el tigre lanza su mensaje…

Duérmete, mi gata Chundarata, se han dormido los juguetes y tú sigues dando la lata. Duérmete, que es la una. Duérmete, mi cascabel

Soy como esa isla que ignorada, late acunada por árboles jugosos, en el centro de un mar que no me entiende, rodeada de nada,

Vamos a ver si es cierto que Le a… vamos a mirarnos por dentro un poc… ¡Hay cosas colgadas que a El le l… freguemos el suelo y abramos las p… e salgan las lagartijas y entren l…

Se dibuja un redondel con un lápiz o un pincel, con mucho pelo, mucho moño, ojos, cejas y un retoño; nariz chata de alpargata,

Dediqué mi libro Dediqué mi libro a una niña de un… y le gustó tanto, que se lo comió.

En los cipreses, los búhos. En los pinos, las lechuzas. En los álamos,

San Isidro, estoy cansada, Yo te dejo mi herramienta. Tú, que nunca fatigado estuviste —ni en tormenta—, tú, que todo lo rezabas