Loading...

Calor Ausente

A ese amor maldito que llena por dentro.

Tímidamente, mi mirada distingue una ventana allá afuera.
Un cuarto se ilumina en contraste con la noche, como una pequeña chispa de fuego, esforzándose por resaltar en el vacío del infinito. Y yo solo puedo anhelar compartir esa breve calidez contigo, mientras tu respiración se convierte en esa brisa que espanta el miedo y fortalece nuestro cobijo.

Miles de melodías pasan por mi mente en este momento, reviviendo las imágenes de los recuerdos que llevo anclados por dentro. Un olor amargo rodea la dulzura del éxtasis que me invade, un sabor a ingratitud, a indignidad y a la desesperación de pretender tener ese humo, esa falsedad, alimentada por revistas de hojas húmedas de lujuria momentánea y resecas de toda conexión humana. Pero ese espejismo de tenerte a mi lado, o al menos de tener la esperanza de algún día tenerte, cura en mi alma todo rastro de amargura, como aquella rutina diaria que nos permite arrastrar la muerte con ojo ajeno.

Puedo preguntarme si algún día mis brazos sentirán calor. No el del sol quemándome los hombros o el de mi chaqueta resguardando mis nudillos, sino ese calor que se impregna, ese que se adhiere a mi esencia cual pieza indispensable para completar el puzle de mi templanza. Pero prefiero no hacerlo. En este mundo de interrogantes sin respuestas, la verdad no puede separarse de la fantasía de saber. Me inclinaría mil veces por imaginar que estas aquí, ¿Y que importa?, es cierto que la canción tiene su fin, pero la experiencia que dejas en mi sin estar presente, puedo disfrutarla cada vez que mi mente intenta acercarme a la realidad, cual verdugo obliga a su victima a leer la bitácora de una sombra, egoísta e insensible, que avanza como mano negra sobre los bosques de la historia.

Este mundo ingrato sabe que he sufrido y que he llorado, y claro, constantemente se encarga de recordármelo, sin embargo, todos los días le doy gracias por permitirme llevarte en mis pensamientos, como si fueras esa puerta de escape hacia una habitación iluminada que contrasta con la noche, llena de esa brisa que calienta mi interior y que se percibe por la mirada, temo que la timidez me invada de alguna manera y que no sepa como manejarla.

Una noche de verano surge este poema como un incendio en la oscuridad del desamor.

#Gonzaloespinoza

Liked or faved by...
Other works by Gonzalo Espinoza...



Top