si un café y un porro/deliran el gusto de las cosas ávidas/cuyos imanes llaman más allá de las palabras/ llaman más allá de aquello que una palabra llama a su habitación para llavear la...
En Buenos Aires se ve caer la llu… La gente pasea por la calle con pa… Al frío trote, y paran bajo techos o bajan escaleras hacia subtes muy… se ve en la gris oscuridad del día
...sí, como si nada. Tendremos par… veremos el cielo que se nubla, el sol que se adormece. Y sí, serás parte de la calle, Buenos Aires y algún rascacielos…
Qué todo viva, menos nosotros;<… es la voz clara de toda desesperan… de toda pérdida de fe en el futuro… ...por qué regar en el mundo todo… de ese azul tan nublado que la mel…
El agua que cae es lluvia y lluvia es la lluvia que cae. Fluvial es la lluvia cayendo; llueve agua como lluvia que llueve y cae agua como agua fluvial.
Ese lecho verídico no sucedió jama… No sucedió el beso que le diste. No sucedió, en la tarde llena de l… de su cuerpo: variado, uno solo.
—No ha hablado lo suficiente, así como tampoco, gritado. —...antes hablaba, maldecía, escupía, nacía desde atrás hacia delante...»ahora ha de estar como siempre, acurrucándose, replegán...
el pequeño bosque donde conocí la… la plaza extensa de verdes relieve… el libro y los libros posteriores… un verso de algún poemario, el ini… varias canciones que me llevan com…
besada por mi espada herida por uña que acaricia suav… difícil es la imposibilidad fácil en esta mano tengo un discurso en esta otra tengo un silencio
Y acepto. Acepto la música triste… otro día más, lloverá y me resfria… de agua para saciar mi sed– como n… Y mientras viajo en el colectivo (… Soy y no soy aquel que te ha es…
esto acá que no busca la verdad ni la menti… solo hacer saber como placer que alguien vive, muere, sueña, y se peina cuando suena el viento
cortado, con sangre, pero salvado con aire mi cuerpo es una duda soportando el peso de todas las pr… mi certeza debe,
El sol cae al horizonte y horizont… amarillo y su naranja. Ah, sobre las luces fulgurantes el cuerpo baila y se transforma: sombras cambiantes, matices y cont…
[...] de noche pasa la voz a mover los dedos noche brutal brutal noche en la que pasan los dedos por mis brazos
en el canto del día el intrincado oído, el mundo, el laberinto, en lento caracol, su anatomía; el cuerpo de la mañana y de la tar…