Loading...

El último asalto de Heriberto Rojas

A Heriberto "Strongman” Rojas

Inmediatamente después de derrotar por nocaut en el quinto asalto al peruano Emiliano Rubio, el primer campeón sudamericano de los pesos pesados, el colchagüino Heriberto “Strongman” Rojas, se decidió a pedirle matrimonio al amor de su vida: la hermosa, acaudalada y virgen Sara Gajardo. La misa sería celebrada por el respetado padre Tadeo de Wiesent, un cura capuchino que había llegado a la capilla San Luis desde Baviera, a fines del siglo XIX. A Mateo Hoëvel se le encargaría la impresión de los anuncios del compromiso, los cuales serían instalados en todas las verdulerías, almacenes y postes de electricidad del barrio Buenos Aires. De la música se encargaría José Climent, un eximio músico, recientemente retornado desde la Accademia Filarmonica di Bologna.

Uno de aquellos anuncios llegó a manos del antiguo novio de la prometida, el cruel teniente y héroe de la Guerra Civil del 91, don Salvador Gutiérrez Edwards. Enloquecido por la idea de perder para siempre al amor de su vida, sacó de su escritorio un revólver Smith & Wesson .38 y se dirigió a la capilla en el día y hora señaladas. Mientras caminaba por Alberdi, recordó las palabras de éste, en una de sus cartas a Sarmiento:

“Haced pasar al roto, al gaucho o al cholo por la mejor escuela y en cien años no tendrás un obrero inglés que trabaje, consuma y viva dignamente ¿Quién casaría a su hermana o a su hija con un infanzón de la Araucanía y no mil veces con un zapatero inglés?”.

El jefe de la policía local, el comisario Samuel Izquierdo, informó de los hechos a través del siguiente comunicado: “A eso de las 11 de la mañana, el señor Gutiérrez ingresó a la capilla confundido entre los invitados a la ceremonia, se sentó en la primera banca y durante la postura de las argollas, se levantó y asesinó de un tiro en la frente a cada uno de los novios (no alcanzaron a jurar como esposos). Primero a él. Luego a ella. Acto seguido, recogió los anillos ensangrentados, los arrojó a la multitud y se dio un certero tiro en la sien derecha”.

La noticia salió publicada en la sección policial de El Mercurio del día 21 de junio de 1914, con el siguiente título:

El último asalto de Heriberto Rojas.

Siete días más tarde, el mismo periódico tituló a página completa:

Asesinato del archiduque heredero y su esposa.

Tal vez por eso nadie, salvo yo, recuerda hoy las trágicas circunstancias que rodearon la muerte del legendario campeón.

Other works by Humberto Santos...



Top