Nos follábamos con la mirada, buscando algún camino en dirección contraria por la Vía Láctea, como dos autoestopistas

Son tus ojos radiantes estrellas, y como lunas de nácar son tus dientes –menos uno–. Cada vez que sonríes nace una civilización alienígena.

Hay miradas que anticipan el truen… Hay sonrisas que preceden la despe… Hay salas de espera de tanto amar… Hay un gato maullando un blues en… Hay grajos que vuelan alto en las…

No desprecies a las hormigas Cuando vueles como un faisán, Y cuando te toque arrastrar Tus huesos por el fango, Recuerda que hasta el gusano

Negación, Dueña del Olvido, señora de otro mundo plagado de fantasmas e insignificantes insectos.

Me gusta la gente Que respeta A los mayores, A los niños, A su pareja,

Tengo el corazón de mil años, De piedra, desvencijado, Erosionado por la arena, En ruinas por el uso, malogrado. Los mil inviernos en el alma,

Que arda tu monte de Venus, Que se seque a golpe de sed tu fuente de vida. Que se conviertan en desierto Tus fértiles labios

Ya es la noche de San Juan, las muchachas vienen y van. Ya es San Juan, pero tú te quedarás. Tira lo añejo,

A veces me pregunto de qué lugar soy, hasta que una voz volátil me susurra una respuesta: "Eres de la tierra que pisas,

Somos los fracasados, los que perdieron el trabajo, el hogar, el amor por la ventana y el tren de la vida.

Por más que el cuerpo No aguante, Por más que duelan El alma, y los golpes, Por más palos

Cuando dormías, sin saberlo, con tu peor enemigo, a quien entregaste tu alma, el tiempo, tu energía, tus sueños. Cuando cuidabas a sus hijos

Mi primavera, Mi flor brotada De un árbol caído, Mi dulce despertar A la fértil poesía.

Se cierra el día y emergen los verdaderos rostros que alimentaron a los turistas, y sus pupilas brillan enamoradas