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CRONOPIÁCEOS

v
qué importante para mí verte nacer del silencio
verte nacer del silencio y de lo oscuro de una habitación de oficio
tu silueta se dibuja delante de la cama que me guarece
tu cuerpo es sólo una mancha profusamente negra
que se proyecta entre la intensa luz que nace tras de ti
por eso no te puedo ver
pero te huelo y huelo
y saboreo tus estambres húmedos
tus profundas cavidades
cierras la puerta tras tus pasos de fuego
la intensa luz que te borraba se ausenta
y ya tus formas, tus colores
y las expresiones de tu silencio te asisten
en esta noche de sacrificios bíblicos
de macho cabrío, de leña, de fuego purificador
tus formas se hacen visibles a la luz exigua
y te acercas a mi
con tu paso de leona hambrienta
con las manos temblorosas
pero con los ojos terribles y amarillos
llenos de adormecedor veneno
con garras, con colmillos
me atas con tu fuerza
con la fiereza de tus ganas
estás sobre mí como un perro rabioso
rechinando tus dientes sobre mi cuello
soplando tu aliento en mi boca
con tus enormes garfios sujetando mi pelo
me dejo vencer pero ya no soy yo tampoco
en este hechizo salvaje
de transformaciones animales y verbos que no dicen las palabras
he tramontado las distancias de tus junglas
y me he encontrado en este injerto y suma de fuerza
y he decidido sacar también los colmillos
y regarme con la sangre de tu cuello
y pintarme con los colores de tus alas
mi mariposa en llamas
estoy dentro de ti
encima de ti
debajo de ti
te has convertido en centro de mi universo
donde vulnero las fuerzas de atracción y repulsión
como un satélite desobediente
que encarnizada y sangrienta la batalla
de dejar jirones de piel sobre las sábanas
de oler, sentir, sudar
de sexo animal
de día festivo
de griegas bacantes
de aullidos y gritos de placer
de dolor genital
de tu copa llena con mi esencia espinal
al final te estrellas sudorosa contra mi pecho
me besas en los labios con dulzura
por primera vez en la noche hablas
y dices cosas hermosas de tu naturaleza de mujer
y dices cosas hermosas sobre mis labios
sobre mis manos que ya no son garras
sobre mis besos que ya no tienen colmillos
sobre mis fuerzas que ahora son pocas
y yo alabo la naturaleza femenina que te llena y que me colma
y alabo todas tus carnes
y rindo honroso y secreto y simbólico homenaje a tus pechos
nutricia fuente del poder de mi poesía
y se me escapa un impertinente te amo
y a ti se te escapa el silencio,
sólo me tocas la cara con ambas manos,
secas mi sudor, secas mis ganas
y me dejas dormir
y me arropas en la cama antes de marcharte
y te llevas esta noche calientita entre tus manos.

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