Inspírame
Parte de la obra "Avisos de Ocasión"
Necesito inspiración.
No, no te confundas; no necesito de tu belleza. Ni de tus manos, ojos, voz o tenue cabello. Ni siquiera necesito de tu cuerpo desnudo dándome instrucciones de curvas y tonalidades cálidas. Yo necesito la inspiración que puedes crear.
Por largos meses, he estado buscando una nueva, una que sea más que algo físico y una presencia. Más bien, pensando, estoy buscando un momento, o alguien que haga diferentes de ellos. Y es que cuando estoy pasmado frente a una hoja de papel, con pincel, lápiz o carbón, ya no puedo pensar en nada, porque no me ha pasado nada.
Necesito urgentemente un momento que me haga querer garabatear las manos, o que me haga temblar en forma oscilante, caprichosa e irrepetible. ¡Maldito e infame aquél que desea la tranquilidad en su vida! Yo la tengo, y no soy más que un desgraciado artista en blanco.
Un momento, por una parte, puede variar de uno a otro. Puede ser intenso, suave e incluso horroroso. No sé cuál sea el que realmente necesito y, con tanta oferta, estoy dispuesto a pagarte por todos ellos. Hazme tener uno de cada uno. Necesito sentir la tristeza en los trazos salvajes de un lienzo, pero también probar la pasividad de la felicidad en un poema. Quiero ser un artista completo, lleno de sentimientos y alteraciones contradictorias con cada obra que yo haga.
Quizá ya esté yo demasiado viejo para esos recuerdos, pero no me quiero ir de esta vida sin plasmar, en mi obra, algún tormento. Me hacen falta juegos. Me hacen falta preocupaciones y risas, y te las cambiaría por vacíos cuentos y números viejos. Necesito, ya vez, un momento.
Piaciuto o affrontato da...
