Cargando...

El Reloj

Oscurece otro día sin nada reseñable,
respiro entrecortádamente, mientras
una falta de emociones me ahoga,
la emoción de la tristeza no, ella
si anda presente cada segundo,
segundos que cuento uno a uno
mirando a la nada, o a un reloj
que solo existe en mi mente.
 
                               Tic.
Tac.
 
Casi puedo sentir la aguja moverse
desgarradóramente por las paredes,
paredes de hormigón en mi mente
que impiden penetrar cualquier
halo de luz que arrastre tal tristeza.
El reloj marca cualquier hora,
no importa, pero sigue incesante.
 
Tic.
                                 Tac.
 
Y la aguja va arrastrándome en
un giro eterno que no se detiene,
ojalá se detuviera lo suficiente para
escapar de este círculo infinito,
solo necesito un segundo y quizás,
evadiría esta tristeza que me agota,
solo un segundo…
 
Ojalá dejara de darle cuerda.

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Jonathan C...



Top