Brillante y transparente maestro Fue mi mar. Nadando En sus aguas saladas corriendo Sus altas olas aprendí a vivir Sobre la tierra. A comprender

estupendo Amor AmAr el mAr y vivir sólo de Amor y mAr y mirAr siempre el mAr con Amor

Como toda persona educada Me lavo al cara y los dientes Velozmente tomo el desayuno Con un pie en el automóvil Y el otro en la almohada

Puede ser que Dios sea una esfera Tan grande pero tan grande Y a la vez tan pequeña Que nunca podremos verla Ni tocarla. Puede ser también

Sobre los puros valles, eléctricos… Tras las ciudades que un ángel dil… En el cielo, cargado de heces somb… El joven oscuro defiende a la jove… Contemplan allí el verde, arcaico…

Inmediatamente después de haber le… Estas palabras Cierre puertas y ventanas No parpadee demasiado No asuste la temblorosa

La luz que solamente es luz Cuando ilumina una cosa No es luz verdadera. La luz Que pasa velozmente y no deja somb… Que todo lo sostiene y lo anima

Se pierde el tiempo, las sedosas s… Que ruedan entre esferas de esmera… Hacia la muerte. Frente al otoño Respiro como un ángel, escucho el… De las flores vivas, veo grandes c…

No tengo límites Mi piel es una puerta abierta Y mi cerebro una casa vacía La punta de mis dedos toca fácilme… El firmamento y el piso de madera

¿Qué libros son éstos, Señor, en… Estrelladas pasan por el cielo y n… Verdes, inmemorables, en el humus… Han acercado una oración a nuestro… O han callado tan sólo en sus somb…

Canto la belleza de mi cafetera us… Verdadera clepsidra En la que mi tiempo se acaba Gracias a ella aprendí La amargura y el azúcar de la vida

Sonríe Dios en la pantalla Del cielo. Veo su semblante Hecho de rayas y puntos Luminosos. Pero no estoy seguro Si es el suyo o es el mío

Cuento los dedos de mis manos y mi… Como si fueran uvas o cerezas y lo… A mis pesares. Multiplico lágrima… Minuciosas gotas de saliva En estalactitas tibias y plateadas

Todos dicen que la realidad Es un cubo negro. Pero tal vez Somos nosotros que no vemos No sabemos qué cosa es La realidad y la confundimos

Adoro tus piernas desnudas Adoro todo lo que nace Y lo que muere entre ellas Hay un manantial de aguas sagradas En su centro de mariposa