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Sumersión

Todo lo que escuche
fue el sonido de mis lamentos al ahogarse,
todo lo que vi
está grabado en el interior de mis párpados,
todo lo que se dijo
quedó corto
y nunca entró en oídos abiertos.
Ahora solo floto
y me desvanezco en el aire.
No escuches, no veas, no hables,
solo te quedaras sordo, ciego, o mudo,
y no te encontrarás.
El más sincero adiós a la parte de mi que murió,
cuando decidí poner primero a mis placeres
y dividí mi esencia en dos.
Ahora mi corazón yace dormido, aburrido y fatigado.
Soy un cadáver con una máscara para disimular.
Gélido, en blanco, con una vaga existencia,
atrapado en la cárcel de carne y huesos.
Voces susurran las canciones que nunca cante,
las líneas que nunca escupí.
Pensamientos fugaces que contaminan mi lucidez.
Mi cuerpo, el contenedor
en proceso de descomposición,
tantas cosas me recuerdas y tantas olvidamos.
Nos hundimos en el barro y nuestros defectos
nos sacaron a flote,
brillando fascinados sobre aquellos
con quienes sincronizamos nuestra frecuencia.
Solo disfrutemos de sus melodías
para que cuando tengamos que cruzar el umbral
sus bellas voces
nos guíen al más allá.

Espirales

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