Primeros días de octubre Frío y lluvia Truenos y relámpagos Cambian los días ... y las noches
Abandonado a movimientos automáticos y rítmicos no podemos saber si ama o destaja.
Llueve sobre estas montañas Tengo noticias de otro tanto en las nuestras Esta lluvia cae
Las obesas manos del fraile garabatean latinajos sobre el amor… una pirámide de papel es su meta: Abajo, quienes deben complacerse en el juego de sábanas,
Las luces de mis montañas Se funden con las estrellas En cada luz un sueño Bueno Para ser precisos
Dónde estabas? Naciste una vida después de la mía El día que se escuchó tu primer llanto
Una mujer desnuda Joven Con su cabellera de oro a medio arreglar surge de las espumosas aguas
No puedo olvidar veinte años después tu cicatriz de viruela en la frontera de tu espalda y tu nalga izquierda
No le tiemble la voz al poeta si las moscas bajan por su garganta como tropas de asalto contra la palabra precisa.
En el noveno libro nos cuenta Platón del guerrero resucitado Er Filomitos
Los valles interandinos No son iguales Los estudiosos Locos por lo asible No entienden
Abandonamos juntos Nuestro Valle y tomamos rumbo al altiplano Burocracia
Solo hay huellas donde otros exigen verdad. Trazos del ausente ya irreal
Las marcas en mi piel permiten conocer las rutas que sigues al buscar mi oculta naturaleza... Los dioses