#EscritoresArgentinos
Me he acostumbrado a beber la noch… porque sé que la habitas, no impor… poblándola de sueños. El viento de la noche abate estrel… mis manos, que aún no se conforman…
Un hombre deseaba violentamente a… a unas cuantas personas no les par… un hombre deseaba locamente volar, a unas cuantas personas les parecí… un hombre deseaba ardientemente la…
amor que se serena ¿termina? ¿empieza? ¿qué nueva vejez le espera por vivir? ¿qué fulgor? amor asomándose de sí mismo a sí mismo siendo
toda poesía es hostil al capitalis… puede volverse seca y dura pero no porque sea pobre sino para no contribuir a la riqueza of… puede ser su manera de protestar d…
Te nombraré veces y veces. me acostaré con vos noche y día. Noches y días con vos. Me ensuciaré cogiendo con tu sombr… Te mostraré mi rabioso corazón.
Tomé mi amor que asombraba a los a… y le dije: señor amor, usted crece de tarde, noche y día, de costado, hacia abajo, entre las… sus ruidos no me dejan dormir perd…
carmicahel o’shaughnessy mi dios con el camino en la mano era un pl… girando y girando en la mañana cer… como cubierto de lirios y de trigo… ¡ah carmichael!
Jugos del cielo mojan la madrugada… Ella respira por nosotros. Somos los que encendimos el amor p… para que sobreviva a toda soledad. Hemos quemado el miedo, hemos mira…
Escribo en el olvido en cada fuego de la noche cada rostro de ti hay una piedra entonces donde te acuesto mía
un viento de separados/ de besos que no nos dimos/ doblega al trigo de tu vientre/ sus azucenas con sol/ ven/
Habítame, penétrame. Sea tu sangre una con mi sangre. Tu boca entre a mi boca. Tu corazón agrande el mío hasta es… Desgárrame.
Perro de mí, me arrojo de comer olas de oro, cristales, esmeraldas… las ciudades que tiemblan más allá… límites estallan como el fósforo en los ma…
árboles y más árboles se agitan o… frescor abunda con la sangre es tu… hay albricias de ti pájaros suaves… fin como tu cuerpo cuando cantan l… y tiemblas y
Bajo las líneas que aquí yacen hay una criatura acostumbrada a co… contra el dolor, contra la muerte. Tal vez por ello amó melodramas, historias lamentables de sus conte…
Un pájaro vivía en mí. Una flor viajaba en mi sangre. Mi corazón era un violín. Quise o no quise. Pero a veces me quisieron. También a mí