reloj
¡Maldito reloj! Eres como un dios siniestro e impasible acompañado también por el tiempo, que me recuerda cada día lo poco que falta para mi hora. Sus sonidos vibrantes de cada segundo, minuto y estruendoso de las horas que con sus fríos palos como el acero asustan cada vez mis pensamientos, clavándolos como filosas espadas en mi pecho.
Arranca cada instante un trozo de delicia y felicidad de aquellos hombres que tratan huir dé el.
4.700 segundos transformados en largas horas empiezan a susurrarme
—recuerda, (con voz amenazante y de advertencia)
mis fríos palos de margarita conoce cada lengua, cada pensamiento y a cada hombre, oh alocado mortal que trata huir de mí.
recuerda, el reloj es el mejor jugador y el mejor vencedor que sin trampa alguna te vence cada vez en su propio juego del tiempo, pronto sonara la ultima hora, el último minuto y el último segundo donde se escuchara el suspiro final de tu agonía, vuestra suplica frente al reloj, porque ya se ha hecho demasiado tarde.
Un enorme reloj sobre tu cabeza, que nunca se detiene, haciéndote saber que te estas marchitando poco a poco.
Viejo perdedor, estúpido mortal, estúpido hombre.
(2014)
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