Caricamento in corso...

La espada

¡Qué confiada duermes
ante mi vela, ausente
de mi alma, en tu débil
hermosura, y presente
a mi cuerpo sin redes,
que el instinto revuelve!
 
(Te entregas cual la muerte).
 
Tierna azucena eres,
a tu campo celeste
trasplantada y alegre
por el sueño solemne,
que te hace aquí, imponente,
tendida espada fuerte.
Piaciuto o affrontato da...
Altre opere di Juan Ramón Jiménez...



Top