#EscritoresArgentinos
Sé que me acordaré de un cielo ras… donde las manchas de humedad eran… Sé que me acordaré del ruido de un water en alguna habitación l… su triste catarata de bolsillo, su…
Dibujo de tu voz en la orilla del… arrecifes de almohada con ese olor… cuando los animales echados en la… huelen la hierba y por los puentes… Entonces me sucede no conocerte, a…
Te desnudé entre llantos y temblor… sobre una cama abierta a lo infini… y si no tuve lástima del grito ni de las súplicas o los rubores, fui en cambio el alfarero en los a…
Esta ternura y estas manos libres, ¿a quién darlas bajo el viento? Ta… para la zorra, y en medio del llam… la ansiedad de esa puerta abierta… Hicimos pan tan blanco
Yo no sé, mirá, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofet...
De pibes la llamamos: “la vedera” Y a ella le gustó que la quisiéram… En su torno sufrido dibujamos Tantas rayuelas. Después, ya más compadres, taconea…
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacer...
El animal totémico con sus uñas de… los objetos que junta la oscuridad… el ritmo misterioso de tu respirac… que tu sudor dibuja en el olfato,… Entonces me enderezo, todavía bati…
Me siento morir en ti, atravesado… que crecen, que me comen igual que… hambrientas. Cierro los ojos y estoy tendido en… apenas vivo,
q|Recordé un viejo cuento de Jack London, donde el protagonista, apoyado en un tronco de árbol, se dispone a acabar con dignidad su vida. Ernesto «Che Guevara», en La sierra y e...
No sabré desatarme los zapatos y d… no me emborracharé bajo los puente… Acepto este destino de camisas pla… llego a tiempo a los cines, cedo m… El largo desarreglo de los sentido…
Bronces de las ocho y media nos llaman cada mañana —entre tu casa y mi casa— de dos cornisas y un breve saludos… ¡Estás tan bella, vestida
Por veredas de sueño y habitacione… tus rendidos veranos me aceleran c… Una cifra vigilante y sigilosa va por los arrabales llamándome y… pero qué falta, dime, en la tarjet…
Ala de estela lúcida, en la albura libre de los levantes policromos, salina, dilatada por los lomos de las olas que exaltan la llanura letárgica del agua. Luz, criatura
No me des tregua, no me perdones n… Hostígame en la sangre, que cada c… ¡No me dejes dormir, no me des paz… Entonces ganaré mi reino, naceré lentamente.