#EscritoresEspañoles
Llegan y se van sin hacer ruido —como buenos clientes—, luego el tiempo los confunde
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
Cosas de la edad, supongo: te da por mirar atrás,
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
No es que moleste en sí, pero cuesta acostumbrarse. Eso de que vayas por ahí
Es lo que tiene, el amor: empiezas siendo el galán protagonista
Hace unos minutos que ha recibido la llamada, y desde entonces no ha soltado el… Qué tristes son las lágrimas de un viejo,
Con los días contados, chaval, así vivimos todos. Esperando a que nos tachen de la lista. Distrayendo
De aquí a un tiempo, puede que llegue a ser como vivir
La radio está encendida. Suena la pedorreta de una moto
Tienes veinte años, tienes a la vida por el cuello a tu merced; pero no es suficiente,
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
Las primeras tienen su cosa, es cierto. Otra vez con el trago en la mano, uno se siente a gusto de sentirse tan mal, de tener ese cuerpo,
Dejo el periódico sobre la barra. Enciendo un cigarrillo. Tomo
Un simple comentario a destiempo, sin ninguna intención.