Olvidada en un cementerio de aquelarre
vive Malva Marina, la flor de mar mas hermosa;
tenía como padre a un poeta laureado
y una madre, hija de la rosa tropical de Java.
Su apariencia la de un bototo
crecido sobre sus hombros
con dos ojos saltones y una sonrisa angelical
fue el rictus de su dura existencia.
Nacida del romanticismo
en una época taciturna y casquivana
pareció ser la joya de loto
mas su hidrocefalia la privó
de la condescendencia del amor
y quien dijo adorarla y, adorar las flores
la dejo morir en medio de la espuria
aquerencia de su paternidad fallida.
Malva, flor de agua
que crece cerca del mar.
Malva criatura divina nacida del amor.
Malva sabor a sal
no se si llegarás a flor.
Malva tu cuerpecito extraño
se hincha con cada luna nueva
busca ser flor de tus hombros
hacía arriba. Una fuerza extraña
mueve las guadañas de tus mares.
La vieja Madrid te vio nacer,
tuvieron que tirar de ti con mucha fuerza
para que tu llanto se hiciera luz, sonido, belleza.
Por unos instantes fuiste el crisol de Alejandría.
Malva Marina, nadie sabía
que el mar quiso quedarse en ti
y una gotas de su azul libérrimo
llenaron el cuarzo de tu cáñamo cerebral.
Fuiste arrebatada por Poseidón
hasta su lecho de corales
ahora yaces blanquecina de sales
mitigando su voraz ardor de pasión.