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Te han cambiado

Huíamos de las redes porque no queríamos
que ni los sapos ni las ranas de los charcos
sucios de la ciudad se enteraran que habíamos
nacido el uno para el otro, era callar, callar
para sobrevivir la tempestad del amor lacayo
que te aprisiona a la mirada de los otros
y luego te vampiriza haciendo de tus sentidos
una orgía ojalá fuera sexual, pero es peor que
eso te revuelcan en la sociedad y te estereotipan
como novios o como amantes algo que ya no es de moda.

De repente me di cuenta que no eras tu
te habían cambiado en la tienda de la esquina
llegaste llena de confiterías, de lisonjearías
tus besos ya no sabían a mordidas mórbidas
se diluían entre las comisuras de mis labios
inhalando el éter de mi aliento grasiento
de huellas de ozono afiebrado, de descargas
infinitas y voltios zigzagueantes de luz fría;
te habías ido sin despedirte, sin decir adiós.
 
Vestías el Jean de siempre y el blusón jade,
las zapatillas de tiras largas, desvencijadas
del andar de los días de querella y desperdicio.
Tu voz sonaba a cuenco roto y tus ojos
tenían el rojo del sol cuando besa a la luna.
 
Habíamos bebido un par de cervezas de acantilado
de esas que la espuma envenena los recuerdos
y tienen mas de cuatro grados de alcohol
solo para que los catadores garraspen
un sonido onomatopéyico como buenos bebedores
que son y dejen la marca de su saliva como
huella digital de que es una bebida moderada.
 
Éramos de corazón enfermizos, había huellas de maltratos,
habíamos sido descartados por el amor.
No llegábamos a la media del común de los seres
que todos idealizan y luego hacen poemas o novelas.
Teníamos historias mas lacónicas y aburridas
por eso preferíamos pasar desapercibidos, ni
siquiera estábamos en Facebook, ni Instagram.
 
Huíamos de las redes porque no queríamos
que ni los sapos ni las ranas de los charcos
sucios de la ciudad se enteraran que habíamos
nacido el uno para el otro, era callar, callar
para sobrevivir la tempestad del amor lacayo
que te aprisiona a la mirada de los otros
y luego te vampiriza haciendo de tus sentidos
una orgía ojalá fuera sexual, pero es peor que
eso te revuelcan en la sociedad y te estereotipan
como novios o como amantes algo que ya no es de moda.
 
Si supieran que hemos huido, que nos perdimos
en el paralelo 35 latitud Sur Oeste, en el trópico de cáncer
que nos agarró el cambio climático y estamos
sudando como tapa de olla de presión.
Tú aprendiste a decir my love, me cabreaba
el americanismo yanqui, aunque no soy de izquierda.
Solo trato de ser yo aunque nos llamen sudaca
no me parece una palabra tan fea, los feos son
los que la dicen sin saber el anglicanismo.
 
Voy a tenerte que dejarte en esa nube
no te preocupes yo tengo la clave encriptada
allí vivirás con todas tus piruetas y musarañas,
también estarán tus diálogos y risas.
 
Yo vendré de vez en cuando, solo debo bajar
de la nube tu cuerpo en versión sencilla
sin maquillajes, sin siliconas, sin nada que
pese demasiado y no me permita descargar tu sonrisa.

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