Ese email donde no estas
Al otro lado del silencio,
el incógnito avatar de mis vergüenzas,
se adhiere implícitamente a universo oscuro del tiempo.
Sobre mi espéculo, la tibia luz refleja la mirada tácita de mi sombra,
mientras alguna perdida melodía acompaña levente los cansados clics.
¡Enajenada presencia de tu ser!
El sordino buzón en blanco en mi Outlook, espera
construyendo versos gota a gota
¡Estalagmitas del desierto!.
La vida transcurre impávida de reatas al ordenador
jugueteando entre interpolaciones de fibra y luz,
poco a poco procuro iluminar mi búsqueda con la irradiación de tu sonrisa que traslucida se pierde
entre carnavales y selfies.
Prefiero el recuerdo de tu imagen en mis versos solitarios,
que la filtrada efigie de tu vida en Instagram
¡Atormentados 144 caracteres de mis ansias!.
La jornada fallece y con el
postrema mirada al buzón de mis angustias
que aguardan el dulce “Te amo” al final de un email que nunca fue.
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