Luz en sólidos de agua
un cristal sónico
un aroma en regresivo visual
o simplemente un cambio para esta soledad
Retazos en pilas de piel
acerca de lluvias, voces y colores
un canalla de lindas palabras
y una niña de escasos amores
Cantando y bailando
en hermosos mudos de cortejo
peleando por un espacio copado
y calando nuestros caprichos en ilícitos inciertos
Aún recuerdo esos vacíos rápidos
que morían con un lento momento
en donde al no reír juntos
era porque el día había muerto
No eres tú quien vuelve ahora
soy yo quien te trae en un recuerdo
antes de matar sin saber
lo que tanto soñé despierto
Y soy este embargado de memorias
que no recuerdo sin llanto
en solos de armónicas
que vi en cantos jamás retornados
Si tan cruel fue mi mentira,
no recuerdo haberla adeudado
¿Qué más queda entonces si te vas,
que sigue rondando un dolor ya consumado?
El día y la noche es ahora un desorden
amontonado con lo que fue una promesa
esa que esperé en ansias a borde
pero murió en estas soledades, sinfonías y tristezas
Ya no hay espacio para una risa
apenas me engaño ya cansado y partido
en lo que fue la paz
y lo que será mi martirio
Cuento en credos lo que me victimiza
y a gritos levanto lo que me culpa
no habrá demonio en celo que “milagre” este dolor
pero si un dios que de mí en risas se pudra
cuento esto, pues es lo único que queda
un vestigio de lo que en mí descansaba
un secreto compartido que en esos días se ahogaba
y en un único beso resurgía
ahora sólo se tejen pretextos inconexos
que se escriben en estrofas perdidas