Ahora vamos de nuevo a cantar alma… a cantar sin palabras. Desnúdate de imágenes y poda exten… tus viñas de hojarasca. No adulteres el mosto que hierve e…

Por el cuadrado de una ventana de… que de soslayo me ríe toda su clar… miro el paisaje chillón y viva, de… y una sencilla calma de infante di… El cielo limpio, de vez en cuando,…

La ceiba sobre el cauce se dobla b… quebrando la afonía de la áfona ll… Con su voz de matrona, la ceiba ca… tiene el ramaje loco de una rara l… Ella entraña el recuerdo recóndito…

Como si una nube se hubiese dormid… sobre la esmeralda del cañaveral, con un gris sedoso, media desteñid… la guajana flecha la vista espectr… En su pesadumbre de esfuerzo perdi…

Una risotada en todas las cosas... sobre la enramada de las pomarrosas; en el océano

Suave como los tallos del papiro, con una vaga irradiación de fresa es tu talle de egipcia, en el que… toda la majestad de una princesa. El ensueño y el mar, en el zafiro

Calabó y bambú. Bambú y calabó. El Gran Cocoroco dice: tu—cu—tú. La Gran Cocoroca dice: to—co—tó. Es el sol de hierro que arde en T…

Lector, vas a beber en una fuente, donde al bajar el labio y la mirad… encontrarás tu imagen retratada en la seda de su onda transparente… vas a beber el agua de un torrente

En su duro letargo concentrada, redonda, como el cráneo de un giga… la piedra en la vereda perfumada es verruga enigmática y punzante. Quieta, sintió la alegre carcajada…

Con una incontrastable isocronía canta el reloj las horas que trans… y cual gnomos, por su armazonería, como suspiros, rápidas, se escurre… Quizá el tedio lo mata, y a porfía

Esta mañana loca de campana, y una como alegría retozona, rebosa rica limpidez cristiana en su franca pureza de madona. “¡Cristo, Cristo!” resuena en la…

Yo no sé si soy sonámbulo o neurót… siento algos en el alma, y no son… El ambiente me sofoca, como a exót… en un pueblo enteramente de judíos… Vivo en ml y no comprendo; hormigu…

El crepúsculo finge un hervidero cruento y ardiente... Sobre el mar… resbala el melancólico y postrero lampo de sol, como una flecha de o… El monstruo llora un rictus de arm…

Este silencio lleno de morfina goza un mareo de profundidades, donde el alma poética se inclina atisbando soñadas claridades; y se pierde en la sed, de una divi…

Tuntún de pasa y grifería y otros parejeros tuntunes. Bochinche de ñañiguería donde sus cálidos betunes funge la congada bravía.