Antes del fin
Balance
Nunca te tuve
nunca te perdí.
Sin embargo persiste en mí
el sabor de la derrota,
la sensación que aparece justo
antes del fin de las cosas,
la sensación de orfandad,
la ausencia de doliente,
la muerte sin duelo.
Me habita el presentimiento de la inexistencia,
del todo esto fue en vano,
del balance espontáneo a pérdida.
La certeza que no obtuve nada de ti,
monumento a la inutilidad,
monumento al desastre,
monumento a la pérdida.
Derrota sin batalla, sin fragor, sin contendor;
derrota peor que la peor derrota.
Después de ti, el vacío.
Nunca te tuve,
nunca te perdí.
Y
entre tu y yo,
yo fui quien más perdió,
porque no te perdí a ti,
sino que me perdí en ti
Y
ya no me encuentro,
ya no me hayo,
ya no me habito.
Fui una entidad,
ya no existo si no es por ti.
Y
eso no es otra cosa,
que un acto inútil
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