Veo algo que amé
hecho sombra.
Si la ciudad nos diese aunque no dure
cualquier señal oscura de sentido,
y que por ella nos reconozcamos
ya no exiliados ni extranjeros.
Amor continuo (y muerte no).
Saber un continuo o nada:
ese murmullo de huéspedes que sollozan.
Nos iremos hacia otras orillas,
de luces vagas y mortecinas,
donde nuestros versos
puedan ser letras de un tango.
Podría haber amado esta ciudad.
Veo las sombras.