A limpiar el fondo de mi alma he viajado,
me deshice de mil cosas que estorbaban,
saqué basura que allí había guardado
y sentimientos que ya no me gustaban.
Barrí todos los rincones de temores,
de la duda, desengaño y desconsuelo,
salvé ideas aun simples y con errores
son las mías ya sin miedo ni recelo.
A quien le importa si tengo mil defectos
para ser yo, no preciso aprobación
equilibrada y firme con mis proyectos
ganar la meta es misión y obligación.
La grandeza del alma no se silencia
única, honesta y de sentimientos puros
perdona, olvida no sabe de violencia
no encadena ni coloca mil seguros.
Original de
Madusa
Colombia
Martes 15 de noviembre de 2016
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