La presión de sus labios sobre los míos, la combinación perfecta entre amor y pasión.
Sus manos sosteniendo las mías con fuerza, aquella fuerza que gritaba: “Hazme tuyo”.
El tan solo rozar sus manos sobre mi piel morena, y tocar mi espina dorsal con sus mejillas, hacia revolotear aquel sentimiento en mi estómago, aquello que ya no sé si llamar amor, porque es tan fuerte…Porque es inefable.