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CONECTIVIDAD

La quietud en el ser interno,
es calma, brisa tibia,
subterfugios perfumados
con la inflorescencia de los olmos,
senderos de ascensión,
a la sustancia donde todo es vasto
y desconocido.
 
Mundo onírico, piedra cristalina
donde ondulan mil vetas a través
de las que se filtra la luz, lejana
del Sol.
 
Alma que se envuelve a si misma
protegiéndose, más allá de eras
orogénicas y diluvios,
de civilizaciones que se han sucedido
una tras otra en el tiempo,
 
de jueces, de miradas y palabras perdidas,
de todo saber conocido,
en la Kenosis  que destruye las cadenas
abstractas del subconsciente
y sus enajenaciones sin sentido;
 
Alejándose hacia lo sublime e imperecedero
que emana del latido silencioso
del corazón del  universo.
 
Contacto con la propia unicidad,
en la expansión que la conecta con la
pluralidad de los mundos.
 
El yo trascendental sabe y se expresa
a través de las facultades del espíritu,
en una inmanente reflexión sobre si mismo;
 
Y las llanuras inundadas, devuelven la imagen
cambiante de los cielos.
campos de fuerza inmaterial,
energía que se retrae y proyecta,
exhibiendo todos los colores y grandeza,
de lo que nunca quiso ser visto.
 
Catarsis o purificación, extensión del intelecto,
que explora más allá de el, cada secreto.
 
Concepto del poder mental, en permanente
conectividad con el viaje perpetuo.

Preferido o celebrado por...
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