En un jardín, una tarde sonriente,
Había una fresca y tranquila fuente
Y allí, en su borde se asomaba,
Una rosa blanca, inmaculada, inocente.
Un viejo jardinero la cuidaba como el oro,
Ya que esa rosa era todo su tesoro.
Un día la rosa de su tallo se separó,
Y al notarlo, el jardinero sollozó….
-“-Rosa blanca delicadamente cultivada,
La más fragante, la mas bella y perfumada.
Blanca estrella que del cielo resbaló
Y este viejo jardinero de ti se enamoró”—
Marisa Viazzi