En este hoy que le faltaba un mañana
rescataré ese abrazo roto
que abandonamos sin tiempo.
Te buscaré en lo misterioso de tus ojos.
Te pediré todo lo que perdí.
Te daré todo lo que te prometí.
Reposaré sobre las cuerdas tensas de tu pecho,
me pegaré a tu piel hasta que los corazones se pregunten en qué posada paramos.
Haré que pierdas el aliento,
el concepto del tiempo,
el equilibrio y el miedo.
Invadiré tu mirada,
secuestraré tus pensamientos unos tras otros,
te amaré hasta que caigas
con un inocente parpadeo
en el más profundo sueño.
Y al despertar construiré tu mundo perfecto
donde nada eches de menos.
Sembraré el mundo de soles
y te cubriré con sus destellos.
Honraré tu hogar
porque lo convertiré en el cielo,
y en libres a las flores allá donde miremos.
Formaré ejércitos de defensa
alrededor de nuestro gobierno,
que salvaguarden la paz
que juntos nos merecemos.
Y por las noches, como planeábamos,
me leerás y besarás mi cuello
y acurrucada en tu pelo
escucharé capítulos enteros.
Y no volverás a sufrir más
porque inventaré la felicidad para ti,
vivirás en ese paraíso por siempre
y te llevaré al futuro de nuestro tiempo.
Te cuidaré como a un gran amor secreto,
conquistando aquel abrazo perfecto, fiel y sereno
que entre nosotros
siempre quiso ser eterno.