Cargando...

Doctor en lengua

¡El Gran Sátiro me aliente,
que me complazca y mantenga
con mi pasión siempre ardiente!
¡nunca me falte la fuerza!
¡cogerte cuando me venga,
e inyectarte mi simiente!
 
En una anchurosa cama,
quisiera pillarte nena,
para comerme con calma
y desde la eme a la zeta
lo mejor de tu cosecha
no dejando ni la raspa.
 
Poniendo de fondo un lecho,
¡joder! ¡qué bella pintura!
¡desnuda! ¡mostrando pecho!
¡yo con el arado al frente
agarrado a tu cintura,
labrando todo el barbecho!
 
¡Claveles para el cabello,
los labios para el pezón,
bocaditos en el cuello,
en el culo un pescozón,
del mejillón de mi sueño
pegarme un buen atracón!
 
En sueños ya lo he vivido,
he comido del frutal
de tu pecho embravecido
he bebido hasta saciar
del néctar recién salido
que manando sin cesar
por debajo de tu ombligo
alimenta mi soñar.
 
Me agrada tu lindo pecho
con sus carnes bien repleto,
con ansias poder sobar
¡no salir nunca del lecho,
vivir eterno gozar!
hasta quedar satisfecho
y amar, ¡amar, solo amar!
¡por siempre regando el huerto!
 
El morderte los pezones
me hace sentir más humano,
tu jadeante bramar
al contacto de mi mano
cuando sobo tus melones,
es para mí cual flotar
en un mundo de emociones
difícil de imaginar.
 
Para terminar te digo
que buscaré en la espesura,
en ese tu bosque el nido,
para incubar con premura
huevos de mi pajarillo
que está buscando una cuna.
 
“Así es el Maki, ¡un primor!
si ve que la cosa mengua,
es una gran eminencia
en el amor y su ciencia,
¡tiene un arte con la lengua!
es de ella, ¡un gran doctor!”

Preferido o celebrado por...
Otras obras de M.B.Ibáñez...



Top