No entres,
no te he llamado...
déjame, no pases.
¿no ves qué la puerta está cerrada?...
¿cuándo abrirás los ojos?...
No puedes ver dentro de mí! Inténtalo!
Quédate ahí en el umbral, no entres...
donde todo es alegre y vital.
Ahora ya no me puedes ver...
me he marchado,
deje mi mundo...