#EscritoresMexicanos
EL SOL dentro del día El frío dentro del sol. Calles sin nadie autos parados Todavía no hay nieve
Aparece Ayúdame a existir Ayúdate a existir Oh inexistente por la que existo Oh presentida que me presiente
Sombra, trémula sombra de las voce… Arrastra el río negro mármoles aho… ¿Cómo decir del aire asesinado, de los vocablos huérfanos, cómo decir del sueño?
Fluye el tiempo inmortal y en su l… sólo palpita estéril insistencia, sorda avidez de nada, indiferencia… pulso de arena, azogue sin sentido… Resuelto al fin en fechas lo vivid…
Llegas, silenciosa, secreta, y despiertas los furores, los goce… y esta angustia que enciende lo que toca y engendra en cada cosa
Amanecemos piedras. Nada sino la luz. No hay nada sino la luz contra la luz. La tierra: palma de una mano de piedra.
Torre de muros de ámbar, solitario laurel en una plaza de p… golfo imprevisto, sonrisa en un oscuro pasillo, andar de río que fluye entre palac…
Al natural, en cápsulas, abiertas o cerradas, ya desalmadas, Elvira y doña Sol; en cada cuna Eros y leche: digestión pacífica
En fila ordenadas regresamos y cada noche, cada noche, mientras hacemos el camino, el breve infierno de la espera y el espectro que vierte en el oíd…
Más que aire más que agua más que labios ligera ligera Tu cuerpo es la huella de tu cuerp…
Sobre las aguas, sobre el desierto de las horas pobladas sólo por el sol sin nombr… van los maderos tristes, van los hierros, la sal y los carb…
Quieta en mitad de la noche no a la deriva de los siglos no tendida clavada
¿Qué la sostiene, entreabierta claridad anochecida, luz por los jardines suelta? Todas las ramas, vencidas por un agobio de pájaros,
Dentro de un sueño estaba empareda… Sus muros no tenían consistencia ni peso: su varío era su peso. Los muros eran horas y las horas fija y acumulada pesadumbre.
La plaza es diminuta. Cuatro muros leprosos, una fuente sin agua, dos bancas de cemento y fresnos malheridos.