(1964)
#EscritoresMexicanos [1964-1968]
(negra armadura viste el fuego) calorífero de combustión lenta entre las fauces de la chimenea —o mármol o ladrillo—
Ardua pero plausible, la pintura cambia la blanca tela en pardo lla… y en Dulcinea al polvo castellano torbellino resuelto en escultura. Transeúnte de París, en su figura
Inmóvil en la luz, pero danzante, tu movimiento a la quietud que crí… en la cima del vértigo se alía deteniendo, no al vuelo, sí al ins… Luz que no se derrama, ya diamante…
Se mece aérea se desliza entre ramas troncos postes revolotea perezosa
Oyü la palpitación del espacio son los pasos de la estación en ce… sobre las brasas del año Rumor de alas y de crótalos tambores lejanos del chubasco
Del verdecido júbilo del cielo luces recobras que la luna pierde porque la luz de sí misma recuerde relámpagos y otoños en tu pelo. El viento bebe viento en su revuel…
Luna, reloj de arena: la noche se vacía, la hora se ilumina.
Cierra los ojos y a oscuras piérde… bajo el follaje rojo de tus párpad… Húndete en esas espirales del sonido que zumba y cae y suena allá, remoto,
Como el aire hace y deshace sobre las páginas de la geología, sobre las mesas planetarias, sus invisibles edificios:
A Ramón Xirau Golpean martillos allá arriba voces pulverizadas Desde la punta de la tarde bajan verticalmente los albañiles
Vine aquí como escribo estas líneas, sin idea fija: una mezquita azul y verde, seis minaretes truncos,
Con la lengua cortada y los ojos abiertos el ruiseñor en la muralla Ojos de pena acumulada y plumaje de sangre
EN su tallo de calor se balancea La estación indecisa Abajo Un gran deseo de viaje remueve Las entrañas heladas del lago
Es la hora esperada sobre la mesa cae interminablemente la cabellera de la lámpara La noche vuelve inmensa la ventana
Arriba el agua abajo el bosque el viento por los caminos Quietud del pozo El cubo es negro El agua firme