Cargando...

Idilio

lunes, 3 de agosto de 2015

MI cuerpo hediondo de amor y mis manos piadosas reclaman tu cuerpo. Nunca visito París al hacerlo, pero, la punta de mis dedos reconocen a “La Gran Bestia” como aliado.

Tus labios malévolos, transeúntes de la carne viva de mis ateos muslos. Como si el mismo Creador te hubiera parido para besar mi costilla más larga, y romper con ella todas las ataduras. Lames el sudor de mi espalda, como quien bebe la sangre de un Dios pagano que nunca se enteró de la intimidad de nuestros cuerpos...
Entonces comienza la revolución interna que aqueja mis latidos. Y mis jadeos, piden a gritos el pecado.

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Pawlina Shalin...



Top