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Pendeja

martes, 5 de enero de 2016

No sé cuándo comencé a ser una pendeja y dejé que todo esto pasara en MI vida, jodiéndola.
Sé que no comencé hoy en la mañana, perdonándote todas tus infidelidades. Fue quizá desde que tus abrazos me gustaron. Desde que pasaste horas a mi lado, haciendo nada, y no pensé ni un poquito en otros chicos; cuando quise conocer a tu madre, o cuando dejó de importarme el sexo contigo, porque movías mejor la boca cuando comías, que cuando gemías.
Debí creer que eras una persona diferente, porque me llamaste por mi nombre después de follar, y al día siguiente volviste a mi casa por tu  cuenta…
No sé cuándo comencé a ser una pendeja y dejé que todo esto pasara en mi vida, jodiéndola.

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