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Querida fuí

Entonces no hablabas tú, era tu subconsciente, tu cerebro, tu corazón, tu alma, quizá tu deseo... Entonces supe, supe quererte y querida, también me supe.

Susurraba con los ojos en mis labios –te quiero mucho– después me daba el beso más tierno de la noche, con sus manos me envolvía, esas manos que se perdían suavemente en mi piel,
quedábamos en la infinidad del nosotros, sentía morir en vida y vivir en el.

De esos “te quiero” hablo, de los que murmurabas, los que sentía tan reales que prometían futuro. Los que me erizaban la piel, por los que aún me estremezco al recordarlos. Esos “te quiero” que te asemejan con los astros, esos mismos que me tienen aquí, esperándote. Los que aguardan junto a mi, esperando ser pronunciados.

(2014)

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