Mi neblina
Cuando usted llego a mi vida supuestamente había un brillo que alumbraba todos mis días, esa rutina se hacía emocionante y por consecuencia daba motivos seguirla. Pero cuando usted desapareció, me fui tras las ruinas del recuerdo y de la esperanza, esa neblina que usted ve todas las mañanas después de una lluvia intensa, yo la percibo todas las tardes después de un sol ardiente. ¿Me entiende?. Pero por supuesto que puede regresar, hoy no, ni mañana claro, regrese al pasado que jamás volverá pero necesito recordar.
- Verónica Rosales
—Abril, 2014
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