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Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo;
      ¿a qué fingir el labio
risas que se desmienten con los ojos?
 
  ¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
     ¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves; yo soy un hombre... ¡y también lloro!
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