Cargando...

Epílogos míosde todas modos, yo soy otroJuan Gelman

Por el desfiladero inclemente y reseco
avanzamos a pobres estallidos
a opacos y alunados madrugones
a otoños inhibidos por un cielo grisáceo
 
a veces penetramos sin querer en la fiebre
como en una falsa vacación o delirio
pero si intentamos levantar un brazo
las bisagras crujen como antiguos rencores
y sudamos blasfemias y melancolías
 
somos en realidad otro desconocido
un tipo más que ignora cuándo va a tocar fondo
si en el breve mayo de las hojas secas
o en el laxo febrero de nostalgia soleada
 
un desconocido un pájaro que emigra
de su propio corazón un signo
que de a poco se va desdibujando
se va olvidando de su propio trazo
 
un desconocido un pañuelo blanco
que dice adiós a nadie a nadie a nadie
como si nadie hubiera para juntar recuerdos
para llegar a despedir al solo
 
un desconocido de quien no se sabe
por qué y con quién puede aún asombrarse
un resto de naufragio un capricho
de pedernal miedo que esparce a veces
semillas de coraje silencios alaridos
 
sólo un desconocido somos eso
algún remoto de nosotros mismos
un morral de prejuicios una bomba de tiempo
que nos explota en medio de la aleluya o del bostezo
 
quizás ahí esta la clave
 
si nos sabemos magros
y ausentes y un poco traicionados
por cautelas y pautas y grandes plataformas
si adquirimos en cómodas cuotas el desastre
y empuñamos la angustia como un hacha de piedra
y además si en las duras transacciones
de cerebro a conciencia y viceversa
vacilamos y después vacilamos
y cuando el cielo escupe fuego y mierda
 
nos refugiamos bajo el mosquitero
y además si en el páramo ancho del insomnio
sobrevivimos a nuestro egoísmo
y nos desayunamos a vivir
y no reorganizamos la verdad
como un plan quinquenal o un orgasmo
 
cómo entonces si estamos tan ajenos
ennuestro traje y en nuestro esqueleto
si lo que pudimos haber sido nos vela
como un guardián de mirada implacable
memeorioso guardián faro en lo abstracto
como entonces no cambiarnos en Otros
 
como no introducir de contrabando en ellos
las tempestades que no desatamos
los datos del amor inaccesible
los odios nobles y descomunales
ese acompañamiento del amor
que no nos atrevimos a sangrar
 
libres para ser Otros ni ángel ni desángel
sólo nuestra verdad imperfecta y radiante
la verdad aventura que nunca se repite
y sin embargo puede atravesarnos
como una flecha o una ideología
 
y no es tarea vana
inventar Otros
que tienen por supuesto rasgos nuestros
textura nuestra cicatrices nuestras
más dos o tres barbaridades llanas
y más amor que nuestro más amor
esa caricaptura de nuestros imposibles
a veces nos contagia contamina
de vida nuestros pasos malmurientes
 
nos da confianza júbilo certezas
sinceridad hasta decirnos basta
punto final al miedo miedo a punto
 
y una noche sin mar ni pesadillas
los Otros
esos Otros que inventamos
los Otros nos inventan nos recrean
a su imagen y a su semejanza
nos convencen de que al fin somos Otros
y somos Otros claro
por suerte somos Otros.
Otras obras de Mario Benedetti...



Top