Yo no volveré. Y la noche tibia, serena y callada, dormirá el mundo, a los rayos de su luna solitaria. Mi cuerpo no estará allí,

Siempre, después, qué contento cuando me quedo conmigo. Lo que iba a ser mi minuto, es, corazón, mi infinito.

Cuando tú quieras, muerte. Te he vencido. ¡Qué poquito puedes ya contra mí!

Siempre tienes la rama preparada para la rosa justa; andas alerta siempre, el oído cálido en la puer… de tu cuerpo, a la flecha inespera… Una onda no pasa de la nada,

¡Venid, siglos venideros, tened! Y ahora, huid, volad, que ya os volveré a cojer antes de vuestro final.

Sólo eres tú (aquella tú) cuando me hieres.

Y en todo desnuda tú. He visto la aurora rosa y la mañana celeste, he visto la tarde verde y he visto la noche azul.

¡Qué difícil es unir el tiempo de frutecer con el tiempo de sembrar! (El mundo jira que jira, ruedas que nunca se unen

Acabas de salir de tu alcoba... Y… está desarreglada, deshojada, marc… sobre una silla de oro, el corsé p… que llevabas la tarde de la última… En el sofá –¡oh recuerdos!– la mag…

¡Qué hermosa muestra eres, cielo a… a los despiertos ojos, de lo despierto! ¡Qué ejemplo hermoso eres, cielo a… a los ojos dormidos,

¿Que me vas a doler, muerte? ¿Es que no duele la vida? ¿Porqué he de ser más osado para el vivir esterior que para el hondo morir?

Por un camino de oro van los mirlo… Por un camino de oro van las rosas… Por un camino de oro voy... ¿Adónde, otoño? ¿Adónde, pájaros y flores?

Que yo estoy en la tierra, que yo soy calle oscura y mala, jaula fría y mohosa, campo cerrado siempre ¿quién lo podrá negar?

¡El pozo!... Platero, ¡qué palabr… Mira; la higuera adorna y desbarat… (La noche entra, y la luna se infl… —Platero, si algún día me echo a e…

Andando, andando. Que quiero oír cada grano de la arena que voy pisando. Andando. Dejad atrás los caballos,