#EscritoresMexicanos
Un barquito de cáscara de nuez adornado con velas de papel se hizo hoy a la mar para lejos llevar gotitas doradas de miel.
Van los novios en camino a la iglesia del lugar: son dos blancas palomitas que se van a casar. La paloma es preciosa
Era un chivo en bicicleta sin saber andar. Contra la banqueta el manubrio fue a clavar. “¡Que se cae, que se cae,
A la hora en que la luna se asoma tras el tejado, inclinada sobre la cuna la Coneja está con cuidado. Su conejito cayó enfermito
La torre negra crece a media noche cuando el búho canta, uh... uh... uh... Vuelan las Brujas
Chinito, sería feliz con las cosas de tu país: prenden farolitos, comen con palitos, tienen chata la nariz.
Al sonar las tres de la mañana Los muñecos se paran a bailar. La casa está dormida, Nadie los verá, Y salen de sus cajas
Hubo un Rey en un castillo con murallas de membrillo, con sus patios de almendrita, y sus torres de turrón. Era el Rey de Chocolate
¡Quién va por la oscuridá?... ¡Ea… La noche cayó, por todas partes sólo hay oscuridá… la noche cayó, y ya no vemos para dónde caminar.
Escondida por los rincones, temerosa de que alguien la vea, platicaba con los ratones la pobre muñeca fea. Un bracito ya se le rompió,
(¡Trrrrrrrrrrrrr! ¡Trrrrrrrrrrrrr… Las noches de verano son luminosas y tibiecitas. Cantan las chicharritas: “¡lara lara lara la!”
La casa blanca de techo rojo, un árbol verde, el cielo azul y remolinos color de ocre con los que juega el viento sur. Bajo la sombra, dulces violetas;
Don Perfidio Malaentraña, hechicero de postín, como los de su calaña es malvado, bajo y ruin. En las sombras de la noche,
La Negrita Cucurumbé se fue a bañar al mar para ver si en las blancas olas su carita podía blanquear. La Negrita Cucurumbé
Abuelito... (¡Voy! ¡voy!) Ven a contarme algún cuento de esos mil que tú te sabes y que trate de misterio o de amor.