#1979 #Cotidianas #EscritoresUruguayos
Quién iba a prever que el amor, es… se dedicara a ellos tan formales mientras almorzaban por primera ve… ella muy lenta y él no tanto y hablaban con sospechosa objetivi…
Para cruzarlo o para no cruzarlo ahí está el puente en la otra orilla alguien me esper… con un durazno y un país traigo conmigo ofrendas desusadas
No lo harás en vano Ah no lo harás en vano se te helarán los dedos y el corazón y los olores se te helará la noche
En las puertas de hoy ya no se usan, pero en las viejas puertas había siempre alguna mano (de hierro, de bronce) que era antes que nada un llamador. A Inés le habían atraído estas manos...
Lluvia regen pioggia pluie crea cúpulas vértigos confianzas sencillamente cae sobre tus hombro… golpea en el paraguas que no puede sentir que llueve en cuatro en och…
Hace ya medio siglo don Nicola creía que el lascivio prostibulo y el discreto vestíbulo era lo mismo
Tu mano en mi mano tu todo en mi poco y en el cielo ajeno buitres helicópteros mi hermano que huye
Lo reconstruyo todo signo a signo y así me reconozco todavía en estas calles que caminan lentas por el otoño tantas veces dicho lo bueno es la tristeza repentina
Defender la alegría como una trinc… defenderla del escándalo y la ruti… de la miseria y los miserables de las ausencias transitorias y las definitivas
Cómo voy a creer / dijo el fulano que el mundo se quedó sin utopías cómo voy a creer que la esperanza es un olvido o que el placer una tristeza
Mengana si te vas con el zutano yo / tu fulano / no me mataré simplemente los seguiré en la noch… por todos los senderos y las dunas vos gozando tal vez y yo doliéndom…
Usted que se desliza sobre el tiempo, usted que saca punta y se persigna, usted, modesto anfibio,
Lejos quedó el exilio descubierto en ensueños brumosos o cubierto de olvido un jardín más o menos irrisorio del que tomamos cuatro rosas
Diríase que el tiempo no madura y que al poeta ese cándido leproso no se le deja otro comportamiento que refugiarse en su desgarradura y allá quedarse torvo y silencioso
Tus ojos miran como dos latidos tu corazón no puede con su roca, tu memoria se tapa los oídos. Maldices aunque no muevas la boca, sigues comprando el surco y los ma…