(criada)
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La muerte entra y sale de la taberna. Pasan caballos negros y gente siniestra
¡Que no quiero verla! Dile a la luna que venga, que no quiero ver la sangre de Ignacio sobre la arena. ¡Que no quiero verla!
No duerme nadie por el cielo. Nad… No duerme nadie. Las criaturas de la luna huelen y… Vendrán las iguanas vivas a morder… y el que huye con el corazón roto…
El remanso del aire bajo la rama del eco. El remanso del agua bajo fronda de luceros. El remanso de tu boca
El grito deja en el viento una sombra de ciprés. (Dejadme en este campo, llorando). Todo se ha roto en el mundo.
Mamá, yo quiero ser de plata. Hijo, tendrás mucho frío. Mamá.
¡Alto pinar! Cuatro palomas por el aire van. Cuatro palomas vuelan y tornan. Llevan heridas
En la mañana verde, quería ser corazón. Corazón. Y en la tarde madura quería ser ruiseñor.
¿Cómo fue? —Una grieta en la mejilla. ¡Eso es todo! Una uña que aprieta el tallo. Un alfiler que bucea
En la casa se defienden de las estrellas. La noche se derrumba. Dentro, hay una niña muerta con una rosa encarnada
La guitarra, hace llorar a los sueños. El sollozo de las almas perdidas, se escapa por su boca
La luna clava en el mar un largo cuerno de luz. Unicornio gris y verde, estremecido, pero extático. El cielo flota sobre el aire
Así te vi La joven muerta en la concha de la cama, desnuda de flor y brisa surgía en la luz perenne.
El corazón, Que tenía en la escuela Donde estuvo pintada La cartilla primera, ¿Está en ti,