#EscritoresCubanos #EscritoresMatanceros #ParaNiños
En la casa que recuerdo, en la casa, entre el naranjal y el cielo: plátano indio, plátano congo,
Ocho mulitos tiene mi arria y todos suben por la montaña. Se ve salpicado el río
La flor del tomillo buscaba una abeja: una abeja sola, una sola obrera. En el viejo pino
EL día, una rosa blanca. La noche, un caballo negro. (La tarde, una mariposa que ha detenido su vuelo.)
Torito camagüeyano y de la sabana rey, he venido de muy lejos queriéndote conocer. Debajo del algarrobo
El caballo negro iba por un trillo: cada paso suyo bordaba el camino. El caballo ruano
Naranja sobre limón, sobre limones el agua: agua fértil de represa, agua de la nube blanca. Finas espigas de arroz,
Porque no saben quererte me dicen que eres muy fea. Duerme... Duerme... Duerme, que te coge el gato y las tijeras muerden.
Ahí viene la gata de María Ramos, que tira la piedra y esconde la mano. Tírale una
¡Limón, limón! Limón agrio, limón criollo, limón dulce, limón chino,
—¡Hola, Pinocho!, ¿qué haces ahí? —Busco una joya que ayer perdí. —Dime, Pinocho, ¿que joya?, di. —Un pedacito de mi nariz.
El cielo es un espejo y la gaviota suelta su vela blanca desde la costa. Marinera del aire,
Mamá Gallina Jabada viene con la cresta erguida y las patas enfangadas. Y su polluelo amarillo corre del nido al jardín
Escóndete, caracol: no asomes tus cuernos largos. Cuando salgas de paseo no saludes a los pájaros, ni con otro caracol
¡Del monte cubano vengo, del monte cubano soy! Pinipiní Guásima baría, júcaro amarillo,